23 de marzo de 2010

Primavera

Hoy, después de esperarlo con desesperación durante meses, el sol ha brillado. Al menos para mí, ha brillado tanto por fuera como por dentro.

Caminaba sin prisa, haciendo el mismo recorrido que hago inconscientemente cada día, pero percibiéndolo como si fuera completamente nuevo. La gente paseaba, los niños del parque jugaban y la mejor de las melodías sonaba en mi cabeza.

A veces, en ocasiones muy especiales, el mundo decide reordenarse por unos instante y cobrar sentido.

Hoy, durante unos minutos todo ha estado exactamente en su lugar.

Quizás por eso, después de tanto tiempo, tengo ganas de enamorarme.

(Let music fill your life)

21 de marzo de 2010

Con los cinco sentidos

Hace algún tiempo leí por ahí que la mayoría de los jóvenes de 16 años tienen tal desgaste auditivo que sus oídos podrían ser confundidos con los de una persona de 65 años, afectada por el desgaste natural.

A base de documentales forzosos (o, al menos, algunos de ellos), ahora me resulta imposible el hecho de obviar que la comida a nuestro alcance cada vez es más artificial. Perdemos los sabores aunque ganamos en olores. Si por lo menos fuera verdad eso de que comemos con los ojos…

En teoría los humanos cada vez somos más altos y vivimos más años. Sin embargo la longevidad no siempre es sinónimo de salud. Dolores de huesos, pérdida de memoria… y no recuerdo qué más.

Una de las cosas que más me gusta de la casa de mis padres es que a menos de tres minutos puedo pisar el campo directamente y respirar aire puro, un lujo que ni el más rico puede permitirse en la ciudad. Llegará un momento en el que en lugar de bombonas de oxígeno necesitemos respirar humo para vivir, tal y como presagiaba Mecano.

Las posibilidades de acceder a la información se multiplican a cada instante, aunque ello no impida que cada vez nos aislemos más del mundo. Eso por no hablar de la agonía que sufre el lenguaje por nuestra causa.

Dicen que tenemos más libertad que nunca para expresarnos. Pero lo que no nos dicen es que tratan de moldear nuestro pensamiento, de forma que lo que pensemos no les suponga ninguna preocupación.

El otro día fui a la óptica a graduarme y, para variar, las dioptrías siguen ganando terreno a mi visión. Las formas se vuelven cada vez más borrosas, y no sé qué haría de no ser por estos pequeños cristales que me salvan la vida cada día. La culpa seguramente la tenga el ordenador, un arma tan poderosa como nociva que, a pesar de todo, no puedo ignorar.

Y ahora, ¿qué? Podemos quejarnos. Podemos incluso deprimirnos. Los más valientes tratarían de hacer lo posible por cambiar la situación. Pero hay cosas contra las que no se puede luchar. Y en el fondo, eso es bueno. Yo, por mi parte, he tomado mi decisión:

A partir de hoy voy a escuchar toda la música que pueda. Música de verdad, de esa que te toca el alma y te sale por los poros de la piel. Puede tener letra o no tenerla. Las mejores cosas no siempre se dicen con palabras. Voy a probar lo que me apetezca y a disfrutarlo sin preocuparme por nada más. Y, a pesar de las prisas y el estrés, voy a saborear cada bocado que me quede. Voy a andar mucho. Y a correr. Quiero sentir el aire en mi cara y el cansancio por la noche al meterme en la cama. Adoro la sensación de haber aprovechado el día hasta el último instante. Voy a llenar mis pulmones con cada bocanada de aire. Voy a leer, a escribir, y a cantar tanto como pueda. Voy a hablar con esa gente que merece la pena, y no voy a desperdiciar mis palabras en discusiones vanas que no llevan a nada. Voy a pensar por mí misma, y voy a tener las ideas más claras. Voy a mirar aquello que sea digno de admirar, y a tratar de pasar de puntillas por aquello que no aporte nada. Voy a llorar de emoción con buenas películas y de alegría con la imagen de aquellos a los que más quiero. En definitiva, voy a dejar de sobrevivir para empezar a vivir. ¿Te animas a hacerlo conmigo?


(Let music fill your life)

14 de marzo de 2010

Tratando de excusarme

Con más frecuencia de la que debería me olvido de que tengo un blog y de que, al menos un par de veces al año, hay que actualizarlo. ¿Excusas? Un millón de ellas, y ninguna válida. La verdad es que es una pena que, teniendo en cuenta el pequeño número de entradas que hay en este blog, más de una sirva para justificar mi ausencia. Me vanaglorio de poder decir que normalmente cumplo mis promesas si está en mi mano poder hacerlo, pero esta me está costando más de lo que creía.

Sin embargo, sí que puedo decir que no he abandonado la idea de escribir, sino que más bien me he "mudado". Desde hace unos meses tengo el privilegio de poder participar en el que, desde mi humilde opinión, es uno de los mejores blogs en español dedicados a las series de televisión (si no el mejor): TodoSeries.com.

Cuando el verano tocaba a su fin, los autores de la página, Dani Rodríguez y David Martínez, hicieron un llamamiento a los lectores que quisieran participar como colaboradores. Cosas del destino, fui una de las elegidas, y la experiencia está resultando ser maravillosa. Ambos son unos muchachos encantadores y muy competentes que no dudan un momento en ayudar en lo que pueden, y los lectores también se han mostrado, en la mayoría de los casos, muy comprensivos con los "novatos". Superando las primeras dificultades, lo cierto es que cada vez me siento más cómoda con mi pequeña aportación.

La primera serie que me tocó comentar es la fantástica comedia The Big Bang Theory, protagonizada por unos nerds realmente adorables. Algo más tarde me ofrecieron hacerme cargo de Fringe, bautizada por muchos como "la sucesora de Expediente X". Son dos series muy diferentes que me están haciendo pasar muy buenos ratos y que, por supuesto, recomiendo a todo el mundo.

¡Vaya! Comencé esta entrada justificándome por no escribir aquí, y al final he terminado haciéndome publicidad. Qué cosas... La parte positiva, al menos, es que cuento con una nueva entrada en mi haber, que no es poco... (y a ver si consigo una media de, al menos, una a la semana).

(Let Music Fill Your Life)